Autores desconocidos robaron de un escritorio de la concesionaria de Peugeot Vernon S.A., de Santa Rosa, cuyos dueños son oriundos de Bahía Banca, 80.000 pesos en efectivo y unos 200.000 en cheques.
Abrieron la puerta principal con la llave, desactivaron la alarma con uno de los tres códigos y violentaron la puerta de una oficina. La policía solicitó una decena de allanamientos, pero la jueza de control Mónica Rivero sólo permitió dos.
El hecho está siendo investigado por agentes de la Seccional Tercera y la Brigada de Investigaciones, quienes por el momento no poseen evidencias concretas sobre la autoría del ilícito, informó el diario La Arena.
El robo habría ocurrido a las 20.30 del lunes, quince minutos después de que el último empleado se marchara del local céntrico ubicada en Avellaneda 65. «Creemos que al menos una persona abrió la puerta principal con la llave correspondiente, desactivó la alarma con uno de los tres o cuatro códigos que manejan algunos trabajadores de la empresa y rompió la puerta de una oficina» explicó el comisario Darío Seisdedos.
«Allí adentro revolvió cajones y armarios hasta que encontró en un escritorio el dinero junto a unos 20 cheques de terceros, que correspondían a la recaudación o al manejo diario de la empresa. Luego huyó sin activar la alarma ni echarle cerrojo a la puerta por donde había ingresado. Pudimos estimar la hora del delito gracias a que la empresa de alarmas registró cuándo fue desactivada» completó.
La desaparición del dinero fue descubierta a las 8 de la mañana del día siguiente (ayer) por una empleada que se comunicó con el Comando Radioeléctrico. Los peritos de la División Criminalística se hicieron presentes y comenzaron a buscar huellas y evidencias, pero los procedimientos arrojaron resultados negativos. Posteriormente se realizaron interrogatorios a los empleados de la firma.
A pedido de los investigadores policiales, el fiscal Fernando Rivarola solicitó una gran cantidad de allanamientos en viviendas que, en su mayoría, son de trabajadores de la empresa.
Sin embargo, la jueza sólo permitió dos (de los empleados que poseen llaves de la puerta principal), y por lo tanto los uniformados se dirigieron a una vivienda ubicada en Colonia Escalante donde reside un vendedor con cierta antigüedad en la empresa. Sin embargo, no hallaron evidencias que lo liguen al robo.
Se supo además que ninguno de los propietarios de la empresa se hicieron presentes en la ciudad.