Sin posibilidad de un abrazo o un beso, «LiLy» recibió el amor de su nieto Germán Mondín y sus hijas, de 2 y 5 años, quienes se acercaron cantarle el feliz cumpleaños en la puerta de una residencia geriátrica de calle Misiones 233.
Con sus flamantes 86 años, y en compañía de Héctor, otro adulto mayor que cumplió ¡105 años!, ambos disfrutaron a la distancia de la improvisada «serenata» que los familiares les regalaron.
Las empleadas del «Hogar Belén» se encargaron de cuidar que todo sea bajo los requerimientos sanitarios.