El abogado militar Mauricio Gutiérrez que alegó a favor del coronel e ingeniero militar José Héctor Fidalgo durante el juicio de lesa humanidad que se realiza en Bahía Blanca pidió su libre absolución y su puesta en libertad porque tiene “la convicción de que su prisión es injusta”.
Fidalgo está imputado por su participación en el Consejo de Guerra que “blanqueó” a tres militantes del Peronismo de Base torturados e interrogados previamente en La Escuelita. Las condenas de la puesta en escena militar se basaron en declaraciones arrancadas en el campo de exterminio.
Al respecto, Gutiérrez cargó las responsabilidades sobre el fallecido auditor del V Cuerpo de Ejército capitán Jorge Alberto Burlando quien según el alegato defensista garantizó la “legalidad” del juicio militar del que Fidalgo no habría podido escapar dado que “su libertad está casi excluida porque tiene una orden del comandante” ratificada por el ministro de Trabajo de quien dependía en sus funciones de interventor de la delegación local del organismo.
Para los ex guardias de La Escuelita Felipe “Chamamé” Ayala y Bernardo Artemio Cabezón, Gutiérrez pidió también la libre absolución haciendo hincapié en la escasa formación de los baqueanos y ofreciendo coartadas que ubicaban a los represores fuera del centro clandestino en la época de los hechos que se les imputan.
Dijo que la imputación de Cabezón no puede ser solo en base a un legajo, que los baqueanos debieron ser preparados en inteligencia -como fue el caso del torturador Santiago Cruciani- y se apoyó en la partida de nacimiento del hijo del represor que contradice su legajo respecto a una licencia no asentada.
“No tenía alias, era muy joven, era cabo primero, llegó hasta tercer grado en la primaria y no hay constancia de instrucción para el manejo de detenidos (…) era personal andinista, profesores de sky, su actividad era más el andinismo que la tarea de baqueano que ya estaba extinguida”, insistió el abogado.
Al abordar la responsabilidad de Felipe Ayala el defensor cuestionó las declaraciones que otro guardia -Arsenio Lavayén- hizo a la titular de la APDH Neuquén Noemí Labrune porque “no tienen valor de convicción” y destacó que Chamamé no pudo actuar bajo ese alias en el campo de exterminio porque en 1976 revistaba en pasiva y en 1977 “estaba detenido con prisión preventiva atenuada en el instituto penal de las fuerzas armadas de Magdalena a la espera de que el consejo de guerra lo convocara porque estaba sujeto a un sumario por vías de hecho contra el superior”. (Blog JuicioBahía Blanca. wordpress.com)